París es una fuente inagotable de maravillas, pero a veces, incluso el más devoto parisino (¡como yo!) necesita un cambio de escenario. Por suerte, la red ferroviaria francesa hace que escapar de la ciudad por un día o un fin de semana sea muy sencillo. Ya sueñes con acantilados impresionantes, calles medievales o lagos tranquilos, hay una escapada perfecta a solo unas horas de Gare Saint-Lazare, Gare de Lyon o Gare de l’Est. Aquí te comparto algunas de mis excursiones favoritas desde París: fáciles de llegar y absolutamente inolvidables.
🌊 Étretat: Los acantilados de Normandía
Si te encantan los paisajes que quitan el aliento, Étretat es una visita obligada. Imagina acantilados blancos de tiza que se lanzan al mar turquesa, esculpidos por el viento y las olas en arcos y agujas. No es de extrañar que Monet los pintara una y otra vez.
Cómo llegar:
Toma un tren desde Gare Saint-Lazare hasta Le Havre (unos 2h15), y luego un autobús local a Étretat (unos 45 minutos).
Lo que me encanta:
Caminar por los senderos costeros sobre los acantilados es como entrar en una pintura. No te pierdas la vista desde la Falaise d’Amont: es pura magia al atardecer. Lleva un picnic, siéntate en la hierba y simplemente contempla cómo cambia el color del mar.
🏰 Mont-Saint-Michel: La maravilla del oeste
Pocos lugares en Francia son tan icónicos como Mont-Saint-Michel, esa misteriosa abadía que se alza desde el mar. Está un poco más lejos que una excursion típica de un día, pero vale totalmente la pena.
Cómo llegar:
Desde Gare Montparnasse, toma un tren a Rennes (unos 1h30) y luego un autobús directo a Mont-Saint-Michel (1h15).
Qué hacer:
Recorre las estrechas calles medievales, visita la abadía en la cima y cruza la bahía en marea baja (siempre con guía: es más seguro y fascinante).
Mi consejo:
Quédate hasta el atardecer si puedes: la luz vuelve dorada la piedra y la multitud se dispersa. Es un momento mágico y atemporal.
🎭 Lyon: La capital gastronómica de Francia
Lyon es una ciudad que seduce tanto al paladar como a la vista. A solo dos horas de París, es perfecta para los amantes de la buena comida.
Cómo llegar:
Toma un TGV desde Gare de Lyon: llegarás a Lyon Part-Dieu en unas 2 horas.
Lo que me encanta:
Almorzar en un bouchon lyonnais (restaurante tradicional) es imprescindible: prueba las quenelles, las salchichas o la tarte praline. Después, pasea por el Vieux Lyon, lleno de pasajes renacentistas llamados traboules, o sube a la colina de Fourvière para disfrutar de una vista panorámica.
Mi pequeño secreto:
Una vez pasé un domingo perezoso caminando por las orillas del río Ródano con un croissant en la mano: felicidad simple y perfecta.
🏞️ Annecy: La Venecia de los Alpes
Annecy es como una postal hecha realidad: casas en tonos pastel, canales cristalinos y un lago tan azul que parece irreal.
Cómo llegar:
Toma un TGV desde Gare de Lyon a Annecy (unos 3h45).
Qué hacer:
Alquila una bicicleta para recorrer el Lago de Annecy, visita el casco antiguo y disfruta de un café junto a los canales.
Consejo:
Si vienes en verano, no olvides el bañador: ¡el lago es perfecto para un chapuzón!
🎄 Estrasburgo y Colmar: La Alsacia de cuentos
En invierno, Estrasburgo es pura magia con su mercado navideño, ¡el más antiguo de Europa! Y cerca, Colmar (a solo 30 minutos en tren), parece un pueblo de cuento durante todo el año, con sus casas entramadas de colores.
Cómo llegar:
Toma un TGV desde Gare de l’Est a Estrasburgo (unos 1h50). Desde allí, un tren local te lleva a Colmar.
Lo que me encanta:
Adoro perderme por Petite France en Estrasburgo, comer flammekueche (una pizza fina alsaciana) y luego pasar el día siguiente recorriendo las tranquilas y floridas calles de Colmar.
Mi consejo:
Aunque no sea temporada navideña, Alsacia tiene un encanto cálido y acogedor que hace que uno se sienta bienvenido al instante.
🌊 Marsella: La escapada mediterránea
Si anhelas sol y brisa marina, Marsella está a solo un viaje en tren—¡y qué cambio de ambiente!
Cómo llegar:
Toma un TGV desde Gare de Lyon a Marsella Saint-Charles (unos 3h15).
Qué hacer:
Pasea por el Puerto Viejo, haz senderismo por el Parque Nacional de las Calanques y disfruta de un plato de bouillabaisse junto al mar.
Mi lugar favorito:
Sube a la Notre-Dame de la Garde: la vista sobre la ciudad y el Mediterráneo es impresionante, especialmente en la hora dorada.
🌆 Nantes: Creativa y relajada
Nantes es una de esas ciudades que te sorprenden. Moderna, artística, verde: ideal para un fin de semana tranquilo.
Cómo llegar:
Toma un TGV desde Gare Montparnasse y llegarás a Nantes en unas 2 horas.
Qué hacer:
Visita Les Machines de l’Île, un parque mecánico fascinante con animales gigantes. Luego, pasea por el barrio de Bouffay, lleno de cafés animados.
Consejo personal:
Cómprate una crepe y siéntate junto al río: la manera perfecta de terminar el día antes de tu tren de regreso a París.
🚆 Por qué me encantan estas escapadas
Una de las mejores cosas de vivir en París es lo fácil que es llegar al resto de Francia en tren. Puedes salir de la ciudad después del desayuno y encontrarte junto al mar, en la montaña o en un pueblo medieval antes de la hora del almuerzo. Cada destino tiene su propia alma, pero todos me recuerdan por qué me enamoré de Francia en primer lugar: su diversidad, su belleza y un sentido de asombro que nunca se apaga.
Así que la próxima vez que visites París, haz una pequeña pausa en tu ruta: quizá descubras tu nuevo rincón favorito de Francia.

