París es una de esas ciudades que uno visita por curiosidad, por trabajo o por amor, y de las que rara vez se va indiferente. Ya sea tu primera vez, un viaje de negocios o una escapada europea, un fin de semana basta para sentir su alma: los cafés animados, los paseos junto al Sena, los atardeceres dorados sobre los tejados.
Aquí tienes mi itinerario personal, pensado para disfrutar París en dos días — entre grandes clásicos, rincones locales y pequeños placeres cotidianos.
🗓️ Día 1 – El París clásico y romántico
Mañana: La magia de Montmartre
Empieza tu fin de semana en Montmartre, uno de mis barrios favoritos de París. Me encanta pasear por allí temprano, cuando las calles empedradas están aún tranquilas. Sube hasta la Basílica del Sagrado Corazón para disfrutar de una vista panorámica impresionante — para mí, uno de los miradores más hermosos de la ciudad.
Después, piérdete por las callejuelas alrededor de la Place du Tertre, donde los pintores instalan sus caballetes. Tómate un café en Café des Deux Moulins (sí, el del famoso filme Amélie) y déjate envolver por su ambiente bohemio.
Mediodía: Almuerzo parisino auténtico
Baja hacia Pigalle y haz una parada gastronómica. Me encanta Bouillon Pigalle, una brasserie auténtica y animada donde puedes disfrutar de platos tradicionales como œuf mayo o boeuf bourguignon a un precio muy razonable.
Tarde: Paseo por el corazón de París
Dirígete al centro de la ciudad y recorre los alrededores de la Ópera Garnier, el Palais-Royal y el Louvre. Aunque no entres al museo, cruzar su patio y pasar bajo la Pirámide de cristal es una experiencia única.
Luego, camina tranquilamente por las orillas del río Sena, desde el Pont des Arts hasta Notre-Dame, disfrutando del encanto de los bouquinistes (libreros callejeros) y de las elegantes fachadas haussmannianas.
Noche: Cena y luces en la Torre Eiffel
Para tu primera noche, ve al Trocadéro o al Campo de Marte para admirar cómo brilla la Torre Eiffel. Si quieres cenar con vistas, te recomiendo Les Ombres (en la azotea del museo Quai Branly) o Carette en Trocadéro.
🗓️ Día 2 – El París de los parisinos
Mañana: Paseo por Le Marais
El domingo por la mañana me gusta empezar el día en Le Marais, un barrio encantador donde conviven historia y modernidad. Pasea por la elegante Place des Vosges, y luego explora sus calles llenas de boutiques independientes y galerías de arte.
Para el brunch, no te pierdas Les Philosophes o Café Charlot — ambos con comida deliciosa y un ambiente parisino auténtico.
Tarde: Cultura y relax junto al agua
Cruza el Sena para visitar el Centro Pompidou y disfrutar de arte moderno, o ve a la Île Saint-Louis para saborear un helado en la mítica Berthillon.
Si prefieres algo más tranquilo, siéntate junto al Canal Saint-Martin. Es uno de mis rincones favoritos: los parisinos vienen aquí a hacer picnic, leer o simplemente disfrutar del sol. Es el lugar perfecto para observar la vida cotidiana de la ciudad.
Noche: El broche perfecto
Para cerrar el fin de semana, cena en los animados barrios de Bastille u Oberkampf, donde la vida continúa hasta tarde. Y si todavía te queda energía, sube a un rooftop como Le Perchoir para disfrutar de una copa con una vista impresionante de los tejados de París.
No importa por qué vengas — por trabajo, viaje o simple escapada — París siempre sabe cómo enamorarte. Es una ciudad que seduce sin esfuerzo, sorprende sin aviso y deja huella. Porque, al final, cada visita a París es el comienzo de una nueva historia. 💙
—Jean
